sábado, 7 de mayo de 2016

SER FELIZ CON TU PUTA MADRE - ESTRUJANDO EL RETRIBUTIVO NEGOCIO DE LA AUTOAYUDA

Hace ya cosa de un mes pasó por casa una amiga de mi suegra para conocer a la chiti. La mujer, muy simpática ella, nos trajo este libro (adjunto imagen) y nos contó que era el último que había escrito su hijo. Resulta que la señora en cuestión no es ni más ni menos que la madre de Rafael Santandreu, un -digamos- eminente psicólogo del rollo Punset que actualmente está en solfa por escribir libros de autoayuda sacacuartos como Las gafas de la mediocridad (permitidme que os dé mi versión, como de costumbre, jajaja) El arte de joderse la vida o, el que nos atañe en esta ocasión, Ser feliz con tu puta madre. Creo que fue el año pasado, por navidades, cuando mi primo me regaló Las gafas de la mediocridad; seguramente le debió parecer que sería apropiado para mí, ya que llevo gafas y me intereso por los libros, ¡Ja ja ja!

Pues bien, mi primer contacto con los libros de Rafael Santandreu no fue tan nefasto como cabría esperar pues el libro en sí, que no es más que un compendio de lo que se puede aprender en los ya clásicos libros de autoayuda (Véase Inteligencia Emocional de Daniel Goleman; Quién se ha llevado mi queso; La sabiduría de la tortuga; El caballero de la armadura no sé qué y sus etcéteras), está bastante bien escrito y lo cierto es que, pese a lo muy olvidable que es y lo muy trillado que está su contenido, se hace ameno por lo sencillo y cercano de su lenguaje.
 
Eso sí, nada que ver con esta última patraña que ha escrito, que imagino será la típica secuela editorial lanzada únicamente con la intención de exprimir el fenómeno al máximo ni que sea a base de fustigar un caballo muerto. Comenzaré rompiendo una lanza en su favor confesándoos que el fondo y la sustancia del libro son mucho más que correctos y apropiados. Es decir, Rafael aboga por la fortaleza de los que son capaces de dejar de fumar por voluntad propia; apuesta por la humildad radical y también es fiel defensor, como soy yo mismo, del 'honesticidio'. El problema reside en su dicción, y no por pedante o cultureta, sino porque sería como el equivalente conversacional a pasar una tarde entera con Ned Flanders. Vamos, que ni el Manual de los jóvenes castores resulta tan pasteloso y relamido.
 
Ayer por la noche terminé de leerlo. No entraré en detalles ni voy a criticar su trabajo en profundidad, más que nada por respeto, aunque sí me gustaría hacerle entender que su doctrina de borreguismo Gandhiniano-jesuita tal vez sea apropiada para sus pacientes, gente que se puede permitir pagar a un psicólogo todos los meses, pero el resto, los que no soportamos que nos vengan con gilipolleces y consejitos, seguiremos yendo al bar. Si tenéis intención de comprarlo, de verdad: No lo hagáis. Además que vale una puta pasta: 17 pavos. Ya sabéis, la típica judería de ediciones Bujarro.
 
¿Para qué os vais a gastar la pasta en libros snobs cuando podéis descargar de forma completamente gratuita los cinco primeros números de la sensacional colección MARICONES DEL ESPACIO?
 
Además, que os lo digo siempre: si no os gusta leer en PDF podéis descargar también la versión para imprimir y os queda casi como el libro original. Ah, y por cierto, muchísimas gracias a todos los que estáis recomendándonos y haciendo campaña en favor nuestro, de verdad. Por vosotros, el Maricones SIEMPRE será gratis, porque todo el mundo sabe que un verdadero escritor no quiere hacer negocio con sus libros, lo que quiere es que la gente se los lea.
 
Me voy a ver qué está haciendo la cucurrusi. Hala, buen finde.
 
-R-

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