domingo, 16 de octubre de 2016

SOBRE LO EFÍMERO DE LA FAMA - LA OPORTUNIDAD LA PINTAN CALVA

La semana pasada, cuando estuve en Zaragoza, mi colega Rubén me puso al corriente de las nuevas tendencias musicales enchufándome videos de los Twenty one pilots que tan de moda están ahora; o lo deben de estar, pues por lo menos los he escuchado ya varias veces sin querer cuando hago cola en el supermercado. Siempre lo hace, a él le gusta mantenerse a la vanguardia de los nuevos grupos y tal. Lo cierto es que los Tuenti güan esos han dado con la misma fórmula mágica que tantos grupos vienen consiguiendo desde hace tiempo, recordemos cuando Eminem estuvo tan de moda, cuando lo estuvieron los Nirvana, Offspring, No doubt, Smashing pumpkins, Red Hot Chili peppers, Rage against the machine... no sé, pero de carrerilla podría mentar muchísimos de la década de los noventa. Por suerte para todos esos artistas, sus nombres aún siguen estando vigentes en la estampación de muchas camisetas. No sucedió lo mismo para la mayoría de los grupos de la década del dos mil.
 
La rueda no se detuvo y el shou bisnes necesitaba más estrellas, ni que fuera de un sólo éxito, para seguir llenando sus arcas. Lo dicho: en la época del dos mil surgieron otros tantos cientos de grupos que acariciaron la fama por un tiempo y luego cayeron en el total olvido. Podría citar algunos de ellos tales como Travis, Tokio Hotel, Manic Street Preachers, Him, Nickelback, Linkin Park... no me esforzaré en seguir haciendo memoria porque éstos ya son ejemplos bastante claros de lo que quería reflejar: Los temas de dichos grupos sonaron en todas las radios del mundo y sus videoclips se repetían hasta la saciedad, pero para todas esas bandas llegó un día en que cayó el telón, la humanidad es como un bulldozer y, donde antes habían grupos con proyección de futuro y claras posibilidades de amasar una gran fortuna, después no hubo más que frustración y abandono. Como dice Rafael Fernández: Así va este puto drama.
 

El guitarrista lleva una camiseta de los VERBAL ABUSE
Total, y en paralelo con lo que os comentaba antes sobre la música, hoy me he pasado por el quiosco y he visto que a Violetta, la última estrella Disney, ya la han sustituido por Soy Luna, tal como sucedió con Britney Spears cuando fue sustituida por Hannah Montana. Mi curiosidad me ha llevado a interesarme por la situación actual de Miley Cyrus y me he encontrado con la foto que adjunto en el post donde la ex chica Disney, durante un concierto de su gira Dead petz (que por cierto, "Mascotas muertas" es un nombre bastante bueno), sale al escenario con unas tetas de goma falsas como las que se ponen los travestis y un arnés con polla de plástico como los que se ponen las lesbianas o las mujeres que se follan a los tíos por el culo. La mayoría de fotos que he encontrado estaban pixeladas, ya sabéis, por la férrea moral estadounidense que permite que la peña se acribille a escopetazos pero no deja que se muestre ni una sola teta en la Superbowl. La escandalosa puesta en escena de Miley Cyrus denota una gran necesidad de llamar la atención, cosa que hace suponer el que la artista ya no esté en su mejor momento. La cosa funciona así, la gente nos cansamos de todo y luego pasa lo que pasa, que hay personas viviendo del espectáculo que terminarán siendo juguetes rotos en plan Michael Jackson o Macaulay Culkin. 
 
La lección que nadie quiso aceptar de Malcolm McLaren y de la frenética carrera de los Sex Pistols es que lo que hay que hacer es eso precisamente: Hacer el cafre, ganar pasta en abundancia, aprovecharse del momento de esplendor y luego, hala, ¡a tomar por el culo! Ni fans, ni principios, ni ética, ni ser auténticos, ni pollas en vinagre.
 
Todos queremos hacernos ricos; que sepáis que los ideales sólo dan de comer a los políticos y precisamente ellos son los que menos se los creen.
 
-R-

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